20.11.13

Eckhart Tolle y su pareja Kim Eng,
una profunda no-relación


Kim Eng  - "Durante mis viajes, una de las preguntas 
más frecuentes que me hacen es "¿Qué se siente al tener
 una relación con un ser iluminado?" ¿Por qué esta pregunta? 
Tal vez ellos tienen la idea o la imagen de una relación ideal,
y quieren saber más sobre ello. Tal vez sus mentes quieren 
proyectarse a un futuro en el que ellos también estarán en una
 relación ideal y se encontrarán a sí mimos a través de ella"

Conversación entre Kim Eng y Eckhart Tolle - ¿Qué se siente al tener una relación con un ser iluminado? Siempre que tengo la idea en mi cabeza "Tengo una relación" o "estoy en una relación", no importa con quién, sufro. Esto lo he aprendido.

Con el concepto de "relación" vienen expectativas, recuerdos de relaciones pasadas, y además conceptos mentales condicionados personales y culturales de lo que una "relación" debería ser. Después trataría de hacer que la realidad se ajustase a estos conceptos. Y nunca lo hace. Y vuelvo a sufrir. La cuestión del asunto es: no hay relaciones. Sólo existe el momento presente, y en el momento sólo hay un relacionarse.

Cómo nos relacionamos, o mejor dicho cómo de bien amamos, depende de lo vacíos que estamos de ideas, conceptos, expectativas. Recientemente, le pedí a Eckhart que dijera unas pocas palabras sobre la búsqueda de "relaciones amorosas" del ego. Nuestra conversación fue profundizando rápidamente para referirse a algunos de los aspectos más profundos de la existencia humana. Esto es lo que dijo:

Eckhart Tolle: Lo que convencionalmente llamamos "amor" es una estrategia del ego para evitar rendirse. Estás buscando a alguien para que te dé eso que sólo puede venirte en el estado de rendición. El ego utiliza a esa persona como un sustituto para no tener que rendirse. El idioma español es el más honesto a este respecto. Utiliza el mismo verbo 'querer', para decir "te amo" y "te quiero". Para el ego, amar y querer (desear) son lo mismo, mientras que el amor verdadero no tiene ningún deseo, ningún deseo de poseer o que tu pareja cambie. El ego escoge a alguien y lo hace especial. Utiliza a esa persona para tapar el constante sentimiento subyacente de descontento, de "no suficiente", de ira y odio, que están estrechamente relacionados entre sí. Estas son facetas de un sentimiento profundamente arraigado subyacente en los seres humanos, que es inseparable del estado egoico.

Cuando el ego escoge algo y dice "yo amo" esto o aquello, es un intento inconsciente de ocultar o eliminar los sentimientos profundos que siempre acompañan al ego: el descontento, la infelicidad, la sensación de insuficiencia que es tan familiar . Por un tiempo, la ilusión realmente funciona. Pero entonces, inevitablemente, en algún momento, la persona que has elegido, o has hecho especial a tus ojos, deja de funcionar como una tapadera para tu dolor, el odio, el descontento o la insatisfacción que tienen su origen en la sensación de insuficiencia y de sentirse incompleto. Entonces, surge la sensación que estaba oculta, y se proyecta sobre la persona que había sido elegida y hecha especial – quien pensabas que en última instancia iba a "salvarte". De repente, el amor se convierte en odio. El ego no se da cuenta de que el odio es una proyección del dolor universal que sientes dentro. El ego cree que esta persona es la causa del dolor. No se da cuenta de que el dolor es el sentimiento universal de no estar conectado con el nivel más profundo de tu ser – no ser uno con uno mismo.

El objeto del amor es intercambiable, tan intercambiable como el objeto del deseo egoico. Algunas personas pasan por muchas relaciones. Se enamoran y desenamoran muchas veces. Aman a una persona por un tiempo hasta que ya no funciona, porque ninguna persona puede de forma permanente ocultar ese dolor.

Sólo la rendición puede darte lo que estabas buscando en el objeto de tu amor. El ego dice que la rendición no es necesaria porque amo a esta persona. Es un proceso inconsciente, por supuesto. En el momento en que aceptas completamente lo que es, algo dentro de ti emerge que había sido ocultado por el deseo del ego. Es una paz innata que mora en el interior, quietud, vitalidad. Es lo incondicionado, lo que eres en tu esencia. Es lo que habías estado buscando en el objeto de amor. Es tú mismo. Cuando esto sucede, un tipo completamente diferente de amor está presente, que no está sujeto al amor/odio. No elige a una cosa o una persona como algo especial. Es absurdo incluso usar la misma palabra para eso. Ahora bien, puede suceder que, incluso en una relación normal amor/odio, de vez en cuando, introduces el estado de rendición. Temporalmente, brevemente, sucede: experimentas un profundo amor universal y una plena aceptación que a veces puede brillar a través, incluso en una relación egoica. Sin embargo, si la rendición no continúa, se cubre de nuevo con los viejos patrones egoicos. Por lo tanto, no estoy diciendo que el verdadero amor profundo no se pueda presentar de vez en cuando, incluso en una relación normal de amor/odio. Pero es raro y por lo general de corta duración.

Siempre que aceptas lo que es, algo más profundo emerge en ese instante. Así, puedes quedar atrapado en el dilema más doloroso, externo o interno, en los sentimientos o situación más dolorosos, y en el momento en que aceptas lo que es, vas más allá de ellos, los trasciendes. Incluso si sientes odio, en el momento en que aceptas que esto es lo que sientes, lo trasciendes. Todavía puede estar ahí, pero de repente estás en un lugar más profundo donde nada de eso importa ya.

El universo fenoménico entero existe debido a la tensión entre los opuestos. Caliente y frío, crecimiento y decadencia, ganancia y pérdida, éxito y fracaso, las polaridades que forman parte de la existencia, y por supuesto parte de todas las relaciones.

Kim Eng: ¿Entonces es correcto decir que nunca podemos deshacernos de las polaridades?

Eckhart Tolle: No podemos deshacernos de las polaridades en el plano de la forma. Sin embargo, puedes trascender las polaridades a través de la rendición. Estás entonces en contacto con un lugar más profundo dentro de ti donde, por así decirlo, las polaridades ya no existen. Siguen existiendo en el plano externo. Sin embargo, incluso allí, algo cambia en la forma en que las polaridades se manifiestan en tu vida cuando estás en un estado de aceptación o renuncia. Las polaridades se manifiestan de una manera más benigna y suave.

Cuanto más inconsciente seas, más identificado estás con la forma. La esencia de la inconsciencia es la siguiente: la identificación con la forma, ya sea una forma externa (una situación, lugar, evento o experiencia), una forma de pensamiento o una emoción. Cuanto más apegado estás a la forma, menos rendido (entregado) estás, y más extrema, violenta o cruel es tu experiencia de las polaridades. Hay personas en este planeta que viven prácticamente en el infierno y en el mismo planeta hay otros que viven una vida relativamente pacífica. Los que están en paz interior aún experimentan las polaridades, pero de una forma mucho más benigna que la forma extrema en la que muchos humanos las experimentan todavía. Por lo tanto, la forma en que las polaridades se experimentan cambia. Las propias polaridades no se puede eliminar, pero se puede decir, que el universo entero se vuelve algo más benevolente. Ya no es tan amenazante. El mundo ya no se percibe como hostil, que es como el ego lo percibe.

Kim Eng: Si el despertar o vivir una vida en un estado despierto no cambia el orden natural de las cosas, la dualidad, la tensión entre los opuestos, ¿qué significa vivir una vida en el estado despierto? ¿Afecta al mundo, o sólo la experiencia subjetiva que uno tiene del mundo?

Eckhart Tolle: Cuando vives en la rendición, algo viene a través de ti hacia el mundo de la dualidad que no es de este mundo.

Kim Eng: ¿Eso cambia realmente el mundo exterior?

Eckhart Tolle: Lo interno y lo externo son en última instancia uno. Cuando ya no percibes el mundo como hostil, ya no hay más miedo, y cuando no hay más miedo, piensas, hablas y actúas de manera diferente. El amor y la compasión surgen y afectan al mundo. Incluso si te encuentras en una situación de conflicto, hay una emanación de paz en las polaridades. Entonces, algo cambia. Hay algunos maestros o enseñanzas que dicen, nada cambia. Ese no es el caso. Algo muy importante sí que cambia. Aquello que está más allá de la forma brilla a través de la forma, lo eterno brilla a través de la forma en este mundo de la forma.

Kim Eng: ¿Es correcto decir que es tu falta de "reacción en contra", la aceptación de los opuestos de este mundo, lo que provoca cambios en la forma en que los opuestos se manifiestan?

Eckhart Tolle: Sí. Los opuestos seguirán ocurriendo, pero no se alimentan de ti nunca más. Lo que has dicho es un punto muy importante: la "falta de reacción" significa que las polaridades no se alimentan. Esto significa, que a menudo experimentas un colapso de las polaridades, tales como en situaciones de conflicto. Ninguna persona, ninguna situación se convierte en un "enemigo".

Kim Eng: Entonces, los opuestos, en vez de fortalecerse, se debilitan. Y tal vez así es como comienzan a disolverse.

Eckhart Tolle: Eso es correcto. Vivir así, es el comienzo del fin del mundo.

31.10.13

 Un articulo muy interesante.....

LAS VIDAS PARALELAS. “APODERÁNDONOS” DE LA EMOCIÓN.


Mª Carmen Ortega Molina
 
El tema que voy a tocar en este nuevo trabajo no es un tema fácil de comprender. También sé que no es fácil de aceptar por muchas personas que aún no estén llevando un  trabajo de autoconocimiento,  hacia dentro.
De hecho me consta que muchas personas que siguen proyectando su Sombra hacia fuera, hacia los demás, lo rechazan de antemano;  pero como para mí fue tremendamente  liberador,  a la hora de añadir un elemento muy clarificador a mi mente,  para poder manejarme con maestría en la difícil integración  de las emociones, trataré de exponerlo para esas personas que sé, que será una pieza del puzzle muy clarificadora en su trabajo interior de Liberación.

Por supuesto para llegar a la conciencia que posibilite la integración de las emociones (y la integración de las emociones es todo lo contrario a la proyección de ellas), la persona tiene que haber llegado a la conciencia de su responsabilidad como creadora de sus circunstancias vitales. Es decir, este trabajo es incompatible con la conciencia de víctima.
Ahora se trata de la conciencia de que somos creadores. De hecho creamos en base a las elecciones que vamos realizando a lo largo del Camino, lo sepamos o no. Y las emociones son el sistema de contraste que nos permiten elegir lo que queremos en nuestra vida y lo que no.

Ese es nuestro derecho y poder como co-creadores. Lo que ocurre es que al principio del despertar, nos encontramos con el desconcierto de los malestares primeros de diversa etiología y con unas memorias celulares “petrificadas”, que tenemos que ir iluminando y diluyendo una por una, con su consiguiente tribulación previa cuando emergen y su posterior proceso de Alquimia.

Cuando nuestro  proceso de autoconocimiento está avanzado y hemos conseguido sacar a la luz muchas de nuestros aspectos Sombras, los hemos identificado por la emoción que nos produce y de una manera automática ya estamos bastante atentos a ellas cuando emergen, es en esa Presencia, de Presente, de Ahora, en donde las podemos neutralizar. Por supuesto PERMITIÉNDOLAS  sin rechazar ninguna. Esto no quiere decir que nos tengamos que enzarzar en el “drama”, sino que nosotros las recogemos con aceptación y respeto dándoles su lugar en nuestro interior.

Aquí es en dónde puede presentarse la dificultad. Muchas personas me comentan la incapacidad que tienen de manejarse con las emociones sin reaccionar o sin sentir un cierto rechazo por tener esa emoción- reacción. Con lo cual con ese sutil rechazo ya están alimentando la vieja dinámica impidiendo la integración real, que sólo puede producirse cuando no hay auto-juicios.

Reconozco que cuando esta nueva perspectiva, que expondré seguidamente, vino a mi conciencia, para mí fue muy liberadora  porque ya no se trataba tanto de mi reacción y del trabajo que estaba haciendo permaneciendo atenta a la emoción y al “drama” externo que la había activado, sino que además añadía un importantísimo ingrediente a tener en cuenta: realmente lo que se activaba era un circuito neurobioquímico adictivo localizado  físicamente en mi cuerpo, de manera concreta, material, celular… procurándose su correspondiente dosis de péptidos. Así de simple y así de sorprendente.
Así que a esa atención de observador consciente, se añadió un nuevo punto de vista más liberador que me permitía identificar el “circuito neurobioquímico” que se activaba en cada momento sin rechazar nada y sin juzgar nada, de una manera más desapegada.

 Era como si mi observador interno ampliara su visión de que el “drama” que se desarrollaba, se debía a la demanda adictiva de un circuito neurobioquímico que tenía “vida” por sí mismo y que de cuando en cuando necesitaba su “dosis” y creaba externamente las circunstancias que le procurasen su “chute” de péptidos. Esto fue muy liberador porque me permitía ser más imparcial con lo que estaba sintiendo y desarrollándose dentro y fuera de mí y  estar aún más PRESENTE para poder abrazarlo,  sin esa resistencia sutil, e integrarlo progresivamente.

Los circuitos neurobioquímicos no se disuelven de golpe, sino que necesitan un trabajo de atención y aceptación hasta que estén integrados. Lo que se llama: “apoderarse de la emoción”. Esto lleva su tiempo pues están muy petrificadas por la repetición circular inconsciente durante mucho, mucho tiempo. Lo que hace que tengan una inercia muy fuerte que hay que tener en cuenta y no debemos menospreciar. Cuando pensamos que nos hemos liberado de ellos… vuelven a salir con fiereza, desconcertándonos cuando más tranquilos estábamos.

Encima, como unos circuitos emocionales están enredados con otros, cuando unos se activan, se activan los otros… produciéndose en muchas ocasiones esos momentos de caos en los que quedamos inundados por la emoción.

Lo importante en esas ocasiones es volver cuanto antes a nuestro Centro y desde ahí dejar que se vayan “posando las aguas”. Para ello, es importante recordar, para “no clavarnos puñales”,  que lo único que hacen es darle más fuerza a los “circuitos”,  que no hemos sido nosotros, sino nuestros viejos circuitos neurobioquímicos los que se han puesto en marcha automáticamente para chupar su correspondiente dosis.

También muchas personas piensan que manteniendo a raya  los “circuitos”, reprimiéndolos o negándolos,  se van a librar de ellos. Eso es algo totalmente erróneo, puesto que se trata de memorias celulares del pasado, que están coaguladas literalmente en nuestras carnes (bioquímica) y hasta que no estén todas expuestas a la luz y transmutadas, van a seguir atrayendo a las personas y circunstancias que les provean de las necesarias sustancias químicas que necesitan para vivir en esa Sombra, saliendo de cuando en cuando,  pillándonos desprevenidos.

Las emociones proceden del pasado. Las aprendimos con nuestras  experiencias del pasado, pero ese pasado lo estamos actualizando constantemente en nuestra vida del presente, hasta que no nos “apoderamos” de ellas.

Estas memorias tienen que emerger para poder ser reconocidas e integradas, así que es mejor tomar esas “puestas en escena” emocional, como oportunidades para integrarlas en el AHORA del momento en que se presenten. No pueden integrarse en ningún otro momento.

La toma de conciencia de la mecánica autómata- adictiva que tienen las viejas “redes” emocionales, no sólo hace que tengamos  más compasión por nosotros mismos, sino también comprender compasivamente a los demás en sus dinámicas emocionales.

Personalmente este entendimiento me llevó a una conciencia más liberadora. Es como poder percibir el “drama” con más claridad y más desapego. Y también tener más discernimiento a la hora de ELEGIR.

Realmente TODOS SOMOS INOCENTES. La Humanidad  está envuelta en este enredo emocional adictivo… y no lo sabe.

Hace unos años leí el libro VIDAS PARALELAS  de Ramtha que dejó en mi conciencia el ingrediente liberador del que  he hablado antes. En aquel momento me pareció tan interesante la dinámica adictiva de las emociones, que hice la siguiente síntesis de su lectura. Desde entonces, no sólo lo he tenido muy presente en mi vida, sino que he constado experimentalmente esta dinámica con el discernimiento consciente del motivo ulterior de activación de mis propios “circuitos” adictivos y también el motivo ulterior de activación de los “circuitos” de las otras personas.

Es tremendamente liberador  ver las cosas desde esta nueva perspectiva…

Voy a tratar de explicar lo que he entendido del libro VIDAS PARALELAS DE RAMTHA.

Es muy complejo y bastante abstracto, mezcla la física de la partícula cuántica, con las vidas paralelas, con los circuitos bioquímicos y con la adicción emocional que nos lleva a un “pico” de satisfacción dentro del circuito emocional repetitivo,  que Ramtha denomina: CLIMAX EMOCIONAL.

Ramtha dice que no podemos hacer un cambio real del estado cuántico que tenemos, moviéndonos de “materia a materia”, es decir en la tercera dimensión. Podemos cambiar de lugar, de personas, de situaciones, de trabajo, de relaciones…etc. Pero realmente no hemos cambiado nada, seguiremos en el mismo estado cuántico del principio.

Sin embargo, cuando tomamos conciencia de la emoción y nos “apoderamos” de ella, es cuando realmente cambiamos el estado cuántico que teníamos inicialmente por otro estado cuántico.

 Ese cambio de un estado cuántico a otro, sería a nivel física cuántica, como la fluctuación de la partícula desde el espacio no manifiesto o implícito (puede ser de otra vida paralela, o vacío infinito). Llegaría el momento en que esa partícula podría quedar coagulada en el espacio manifiesto o explícito, de manera más permanente o mejor dicho sin grandes fluctuaciones.

Resulta que la emoción, cuando no nos hemos apoderado de ella, es una adicción, que necesita su climax. Hasta tal punto que  necesitamos a los demás para nuestros climax emocionales, y ellos nos necesitan a nosotros para los suyos.

Un climax emocional, es recurrente, es el circuito bioquímico que necesita una y otra vez su sustancias-péptidos, “drogas”.

Cualquier emoción tiene su “pico”,  climax emocional, como puede ser la ira, los celos, la envidia, la frustración, la depresión, la impotencia, el control, el “cuidar” a los demás, la queja,  la duda, la dependencia…etc…Todas las emociones que sustentan la “imagen”  o personalidad, son adicciones  que se disparan  inconscientemente cuando necesitan  su dosis.

Externamente y de manera simultánea, nos aparecen las situaciones, las personas  y dinámicas en las relaciones con ellas, que actúan como activadores (catalizadores) de la dinámica de nuestro  viejo circuito emocional (que corresponde a ese estado cuántico que tenemos en ese momento), para así conseguir la consecuente “autodroga”.

Nos aparecen así, en nuestra vida, porque ese es nuestro espacio cuántico, y ellas están ahí porque siguen la ley de nuestro estado cuántico que nosotros hemos creado y le damos vida una y otra vez.
No se trata de ellos realmente…se trata todo el tiempo de nosotros. Esto es muy fuerte de aceptar…pero es así.

Cuando trabajo sobre una emoción para “apoderarme” de ella, empiezo a fluctuar a otro estado cuántico, que sería lo mismo que decir, empiezo a adentrarme en otra vida paralela.

Cuando he logrado “apoderarme” de esa emoción,  paso totalmente a otra vida paralela, y por consiguiente, las personas, situaciones, cosas…del estado cuántico anterior, ya no aparecerán en ella con las viejas dinámicas adictivas. Es imposible, por incompatibilidad de “frecuencias”.

Hasta el cuerpo cambia atómicamente al nuevo estado cuántico, adaptándose a la nueva vida paralela, porque el cuerpo está hecho también de partículas cuánticas. Por eso, las molestias que solemos tener de cuando en cuando, como dolores de cabeza, algo más nerviosos, o quizás más cansados…o tal vez algo caóticos…es fruto de esas modificaciones atómicas que tiene el propio cuerpo y todos sus órganos, para adaptarse a la nueva vibración. Esto se realiza a través de la liberación del fuego del núcleo de nuestros átomos o energía Kundalini.

Esto sería lo mismo que trabajar para desactivar el viejo circuito neuronal y a la vez ir creando el nuevo circuito, que corresponda a la nueva vida paralela.

Las vidas paralelas son los escalones en la espiral que hay que subir para alcanzar nuestra liberación, al apoderarnos de las emociones que van tomando protagonismo en cada una de ellas.

 Así que, echando un vistazo a la propia experiencia para ver la teoría sobre el terreno práctico, aunque esto es mucho más vasto y sutil de lo que pueda escribir…este trabajo necesita de una atención constante y un autoconocimiento sincero, que no se puede explicar…sólo se puede hacer…hay demasiados matices emocionales, enredados unos con otros, a veces opuestos, a veces solapados…que se necesita de gran claridad, disciplina, intención y atención, para desenmarañar la enredada madeja.

Ramtha dice que lo realizaríamos más rápido, si este trabajo interior, fuese nuestro “pensamiento común”. Es decir, no un trabajo de cuando en cuando, sino una constante de nuestra experiencia cotidiana.

Bien, pues por ejemplo, si yo, después de ir pasando de una vida paralela a otra, en función de mi trabajo interior con mis propias emociones, llego a un punto en que me encuentro con una serie de emociones recurrentes, que ya no sé cómo trabajar…me puedo ir a otro lugar, pero el estado cuántico “problemático” sigue en mí y por tanto sigue emitiendo esa misma “frecuencia” cuántica.

Sí, el hecho de trasladarnos a otro lugar puede servirnos para recopilar nuevas fuerzas, espacio y distancia, para meditar y reflexionar, y para recabar nuevo entendimiento.  Con lo cual, tengo una nueva herramienta para identificar mejor las emociones adictivas y sus motivos ulteriores (que son siempre falta de amor por nosotros mismos) y acto seguido trabajar sobre ellas, pero no de manera intelectual, sino cuando éstas se presenten en la experiencia; porque es así cuando yo puedo acceder a otro estado cuántico, o vida paralela: en el AHORA del momento en el que se está presentando esa emoción.

En la medida que tengo más poder sobre ella y la puedo sentir sin negarla, sin evadirme de ella, sin juzgarla y desde el OBSERVADOR, PUNTO CERO, O MOMENTO PRESENTE, EL AHORA, simplemente estando PRESENTE en lo que SIENTO, observándola. El Observador va neutralizando la emoción y pasando a un nuevo estado a través de ÉL, como si Él fuera un “agujero de gusano” hacia otra vida paralela. No existe mayor AMOR por nosotros mismos que ese OBSERVADOR que abraza absolutamente todo lo que observa.

Así pues, las emociones de rechazo, de juicio, de crítica, también son adicciones, también necesitan su climax. La necesidad de “cuidar” a los demás, la necesidad de complacer las demandas de los demás, igualmente precisa su correspondiente climax.

La adicción  emocional es mucho más variada y confusa de lo que podemos pensar; por ejemplo: cada vez que yo siento agobio por una situación, es un climax adictivo, cada vez que yo me siento culpable, es un climax adictivo, cada vez que yo me siento impotente, es un climax adictivo, cada vez que me siento frustrada, es un climax adictivo, cada vez que me siento triste, es un climax adictivo, cada vez que siento un juicio hacia alguien o algo, es un climax adictivo, cada vez que me siento dependiente de otros, es un climax adictivo, cada vez que me comparo con otros, es un clímax  adictivo, cada vez que quiero tener razón o controlar, es un climax adictivo, cada vez que rechazo las actitudes de otros, es un climax adictivo, y trato de huir de escaparme de ellos,  es un climax adictivo (sería como evadirme para no sentir esas emociones que otros me provocan  sentir, la misma evasión es un climax adictivo, con lo cual no me sitúo en el Presente para poder sentirlas desde el OBSERVADOR QUE NO JUZGA y que puede trasladarte a otra vida paralela…

En fin, que tomé conciencia de la existencia de una infinidad de “climax” adictivos que nos atan al viejo estado cuántico si no nos apoderamos de la emoción.

Porque si sigo identificándome con esos climax les sigo dando el poder…y si lucho  contra ellos y no los quiero reconocer y sentir…les sigo dando poder…y me sigo “atando” a las mismas circunstancias…una y otra vez…

¿Cómo salgo de ellos? Pues tomando conciencia de ellos y observarlos, sintiéndolos en el momento en que se producen. No intelectualmente, sino cuando están activando sus circuitos en el AHORA.

No es nada fácil, cualquier trabajador de su mundo cuántico lo sabe por experiencia, pero no queda otro remedio que hacerlo. Lo bueno es que aunque parezca que no nos vamos a apoderar de ellos nunca, no es así. Al cabo del tiempo nos damos cuenta de que nuestra progresiva maestría y nuestro OBSERVADOR, están cada vez más PRESENTES, dándonos esos espacios, cada vez más largos, de remanso y paz, que para nosotros son de incalculable valor.

Así que, por ejemplo, cuando estoy en medio del “ojo del huracán” de un pico emocional recurrente y dramático, tengo que hacer el gran esfuerzo de atención para no perder mi centro; cuando me veo arrastrada por  el otro protagonista de la situación (que también está demandando su consiguiente “climax” a través de mí) intento no perder mi Centro y sentir toda la gama emocional que emerge, pero con el desapego liberador del Observador.

Si caigo, si reacciono, no pasa nada, lo importante es que salga cuanto antes de ese estado reactivo y vuelva a mi Centro. Así el circuito bioquímico emocional que me saca de mi estado de Presencia va perdiendo su fuerza energética progresivamente. Fuerza que va reconduciéndose proporcionalmente a través del Poder de la atención, a su Legítimo Dueño: nuestro SER.

Sólo cuando yo me haya apoderado de mis  emociones totalmente, las personas y las situaciones que no se adaptan a la nueva situación cuántica mía, desaparecerán de mi vida o tendrán que hacer su propio cambio y reajuste para poder estar en mi nueva “frecuencia”, porque yo habré pasado a otra vida paralela en dónde esas “partículas” no pueden estar de la vieja forma cuántica…y aparecerán otras personas y otras situaciones acordes a mi nuevo estado cuántico…porque YO SOY EL QUE YO SOY en cada momento…CREADOR SOBERANO DE MI VIDA…y eso lo voy reconquistando  conforme voy haciendo CONOCIDO LO DESCONOCIDO.


Y para finalizar, como reflexión personal, añadir que no tenemos otro medio de liberarnos si no es “apoderándonos” de las emociones. Cada vez que avanzamos en este proceso de “apoderamiento” tenemos mayor claridad para tomar decisiones de manera libre, sin estar bajo el influjo de la red neurobioquímica. También esto nos permite conocer más a los demás y decir: NO, cuando tengamos que decirlo y poner límites cuando tengamos que hacerlo. Pues ahora sabemos, que realmente a quien se dice NO, es a un “circuito” emocional demandando su climax. De otro modo, ni nos hacemos un favor a nosotros mismos, ni a los que participan con nosotros en la retroalimentación bioquímica del mismo. Antes de tener conciencia de esta dinámica adictiva, cuando decíamos: NO, nos dejaba una sensación de culpa. Y ya sabemos que también la culpa tiene su climax emocional recurrente.

Y por supuesto este “apoderamiento” emocional nos permite desarrollar nuestro pensamiento crítico, discriminativo, que nos posibilita tomar elecciones basadas en mayores verdades.

Cuanta más liberación, más podemos elegir y actuar hacia los demás con verdadero AMOR, ese que no está bajo los dictados de los motivos ulteriores de los mutuos climax neurobioquímos.

Es el mayor servicio que podemos hacer por nosotros mismos y en consecuencia por los demás, porque es entonces, cuando el Espíritu puede expresarse sin los condicionamientos adictivos de las “redes” encarnadas y condicionadas por la “máscara” o personalidad.

En este “apoderamiento” emocional impera la máxima: LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.

De otra manera resulta triste que las personas se vayan de esta vida sin conocer esta dinámica adictiva y sin saber que han vivido bajo el imperio de un “saco” de químicos sin resolver, porque sólo se puede solventar esto estando en un cuerpo físico en esta dimensión física. Lo que algunas tradiciones espirituales han denominado: LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE. O lo que es lo mismo: LA INTEGRACIÓN Y TRANSMUTACIÓN DE TODAS LAS MEMORIAS CELULARES CON SUS CORRESPONDIENTES CIRCUITOS BIOQUÍMICOS.

¡Cómo para no tener compasión por el género humano  y  tomar la determinación de hacer nuestro personal e intransferible “trabajo”!. Trabajo que por otra parte, no podemos hacer en ningún otro.

Espero y deseo que lo escrito haya aportado un punto de clarificación liberador que facilite el fluir a través de los diversos “estados cuánticos” de la Vida.

María del Carmen Ortega Molina

30.10.13

El Universo Trabaja con Ustedes
Un mensaje del Arcángel Uriel canalizado por Jennifer Hoffman
23 de octubre del 2013
 
Traducción: Fara González López
Edición y Difusión: El Manantial del Caduceo
www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo

¿Saben que el universo trabaja con ustedes y no para ustedes? No es posible que el Universo les de algo que ustedes no quieran o que cree situaciones que ustedes no hayan energizado previamente en alguna parte de su realidad.  La energía Universal no crea algo de la nada.  Ella solo crea aquello para lo cual ya ustedes han establecido un espacio energético a través de su intención consciente o inconsciente.
Tan pronto ustedes hayan definido la intención, establecen las vibraciones que crean la realidad. Entender esto es la clave para manifestar todo en la vida porque así es cómo todo se manifiesta.  Y si la intención es consciente o inconsciente no es importante, para el Universo es igual, el cual los ve como infinitamente poderosos, sabios y actuando siempre en el marco de su bien mayor.
Cuando ustedes oran a Dios, o a la Fuente , ‘para arreglar este problema` el Universo es incapaz de responderles porque ustedes no han creado nada, no hay intención, y no hay nada que arreglar porque no hay problema. El Universo sabe eso, sea consciente o inconscientemente, ustedes crearon la situación que ustedes ven como un problema.. 
Y ustedes deben crear la solución al energizar la posibilidad para que esté presente un nuevo aspecto de su realidad. Ustedes pueden pedir ayuda porque sienten que el Universo es mucho más sabio que ustedes, pero eso también es una falacia. Ustedes tienen toda la sabiduría y el conocimiento del Universo a su disposición y su habilidad para utilizarlo está limitada solamente por sus creencias de que el Universo es más sabio, más poderoso, más perceptivo del potencial de ustedes y de lo que es mejor para ustedes, de lo que ustedes son.
Es por eso que es importante que se recuerden a sí mismos como una parte igual de la Fuente o del Universo, como un cocreador de su realidad en una divina asociación que existe para facilitar la reconexión de ustedes a su origen divino. Ustedes son tan poderosos que crean con cada pensamiento y palabra - ¿qué están creando en este momento? ¿Están conscientes de lo que están pidiendo? 
También es importante en este tiempo, que ustedes entiendan cómo es que ustedes crearon lo que ven como dificultades en sus vidas para que puedan alterar las creencias y percepciones que son la base de aquellas situaciones. Si no dan este paso entonces cada nueva realidad reflejará esas creencias, hasta que ustedes las cambien.
Los milagros no son un proceso a través del cual el Universo crea algo que ustedes nunca soñaron que fuera posible. El Universo no crea milagros para ustedes – ustedes los crean para sí mismos al cambiar la energía y facilitar las diferentes percepciones de su realidad. Ellas reflejan su fe y confianza, un momento en el cual ustedes se proponen crear una nueva realidad, sin temor, expectativas o juicio. Ustedes pueden recibir solo aquello que piden, creen que merecen, y saben que existe en su campo de posibilidades.  
Al manifestar su realidad recuerden que ésta es creada a partir de sus creencias, percepciones, pensamientos y palabras.  La ayuda siempre está disponible una vez que ustedes entiendan que el Universo trabaja con ustedes para crear milagros en sus vidas y que los problemas se resuelven cuando ustedes entienden la fuente de los mismos (la cuál son ustedes), reconocen las lecciones de estos y la información que ellos tienen para ustedes, y están dispuestos a crear una solución que refleje un nivel superior de entendimiento y de amor a uno mismo.
Derechos de autor © 2013 por Jennifer Hoffman. Todos los derechos reservados. Pueden citar, traducir, reimprimir o referirse a este mensaje siempre y cuando mencionen el nombre de la autora e incluyan un vínculo de trabajo a http://enlighteninglife.com

24.10.13



La relación especial. Articulo de Kennet Wapnick sobre Un Curso de Milagros

Son las distorsiones que introducimos en nuestras relaciones interpersonales lo que constituye el foco principal del Curso. Al sentir que somos muy vulnerables recurrimos a otros en busca de apoyo y los explotamos para satisfacer nuestras necesidades. Es este nivel de distorsión, que el Curso llama la “relación especial”, lo que se convierte en el aliado más poderoso del ego. Esta relación niega nuestra necesidad de Dios y la sustituye por la necesidad de gente especial y de cosas especiales. La relación especial descansa sobre la suposición de que hay
algo carente en nosotros; una necesidad especial que creemos tener y que debe satisfacerse si queremos ser felices.

El ego ve las relaciones únicamente en estos términos y en vista de esto la función de los demás se convierte en la de satisfacer las necesidades que experimentamos. Nuestra culpa hace que nos sintamos despojados, de modo que el “principio de escasez” gobierna nuestras vidas. Este principio es el sustituto del ego para la ley de abundancia de Dios. Al perder de vista nuestra verdadera plenitud en Dios, buscamos una falsa sensación de unidad en relaciones distorsionadas con los demás. Nos sentimos atraídos por aquellos que parece que mejor llenan nuestras necesidades y ellos, a su vez, se sienten atraídos por nosotros por la misma razón. Así, el hombre que quiere el amor y la protección de una madre es probable que se sienta atraído por una mujer que necesita servir de madre y proteger a un hombre.

Esta clase de mutua satisfacción de necesidades es lo que el mundo generalmente llama amor y desde el punto de vista del ego provee la base para “un matrimonio hecho en el cielo”. En verdad, sin embargo, tal relación de amor especial se fundamenta en nuestra percepción egocéntrica de la capacidad de la otra persona para darnos lo que creemos que nos falta. Esto es, por lo tanto, solamente una ilusión de amor y nada más que un velo de odio, ya que el mismo se basa en el odio a nosotros mismo que produce la culpa. Los objetos de nuestro “amor” se convierten en símbolos de este odio, pues en ellos vemos inconscientemente nuestra propia debilidad y nuestras propias faltas lo mismo que ellos las ven en nosotros. En esto radica la causa real de la ambivalencia que parece ser una parte inevitable de la mayoría de las relaciones interpersonales.
La relación especial no tiene nada en común con el verdadero amor, aunque el ego no ve ninguna diferencia entre ellos. La relación especial siempre está basada en la exclusión, mientras que el amor real, por necesidad, descansa sobre la inclusión. De hecho, la relación especial de amor implica la creencia de que el amor no puede compartirse, pues compartirlo se ve como una pérdida. Puesto que la esperanza de salvación se ubica en una persona especial, si la atención de ésta se desvía a otra parte, lo experimentamos como una amenaza. Compartir este amor especial con alguien más es para nosotros perderlo, por lo que tenemos que protegerlo y vigilarlo celosamente, por temor a que la ganancia de otro se convierta en nuestra pérdida. Esta es la base obvia para el adagio popular: “Dos es compañía; tres es multitud”. Aquí, como siempre, el ego nos dice una cosa cuando quiere decir otra. Por una parte nos insta a un intento absurdo de completarnos en relaciones especiales y de este modo deshacernos de nuestro sentido de escasez y de la creencia en la culpa. Por otra parte, sin embargo, su propósito es esconder la culpa bajo un disfraz de amor, con lo cual está reforzando la misma. Al ubicar fuera de nosotros la solución al problema de culpa, el ego se asegura de que éste jamás se resolverá. Esto está de acuerdo con su dictamen fundamental: “Busca, pero no halles” (T-12.IV.1:4). Nosotros ponemos nuestra fe en ídolos, de cuyos pies de barro todos estamos dolorosamente conscientes. De este modo nos movemos de una relación poco satisfactoria a otra, siempre obtenemos un resultado decepcionante y jamás nos damos cuenta de que el fracaso radica en nosotros mismos. Mientras seguimos ignorando la verdadera motivación del ego, no podemos cuestionar el problema con honradez y así su capacidad ilusoria para darnos un sentido de plenitud propia permanece indisputable.

Hay un aspecto de la relación de amor especial más insidioso aún. Al buscar en los demás únicamente aquellas cualidades especiales que parece que llenan nuestras necesidades especiales, nos incapacitamos para verlos como realmente son. Cómo los vemos está determinado por cómo queremos que sean. Los amamos por lo que pueden hacer por nosotros y por lo que pueden darnos, no por nada inherente en ellos mismos. Al negar así su verdadera Identidad en Dios y al negar el Cristo en ellos, atacamos verdaderamente su realidad y la nuestra. Ellos existen solamente para satisfacer nuestras necesidades y este mal uso del verdadero propósito de las relaciones tiene que llevarnos a aumentar nuestra culpa. Aquí el propósito subyacente del ego de atacar, claramente contradice los dos grandes mandamientos de amor de Jesús. En el sistema de pensamiento del ego éstos se convierten en: “Ataca a tu vecino como te atacas a ti mismo y así atacas a Dios”.

Extracto del libro “Psicología Cristiana en Un Curso de Milagros”, de Kenneth Wapnick, Ph.D., Cap. 1, La dinámica del ego, Págs. 13/22, Copyright© 1994, Foundation for A Course in Miracles®, FACIM, USA.

16.8.13

Hace poco he descubierto a este divertido y profundo ser humano, aqui os transcribo una entrevista. Recomiendo sus videos en you tube.
Fidel Delgado

El psicólogo clínico Fidel Delgado, que se autodefine como un “titiripeuta” y que imparte cursos de formación con títulos como “Déjate en paz” o “Los juegos del ego” valiéndose de recursos y utensilios propios de un payaso, cree que el sentido del humor es algo muy serio: “sentir el humor” es tener sensibilidad para detectar cómo nos encontramos. Conocer la calidad de nuestro humor, del fluir que nos conecta con nosotros, con los demás y con el Todo es, en definitiva, salud.
En una entrevista con Fundación Ananta, Fidel Delgado asegura que -como organismo individual o como organismo-empresa- hemos de tener muy activos esos sensores y escucharlos, y no tratarlos de adormecer, como hacemos a veces por miedo. Y también por miedo, asegura, cerramos la ventana al Espíritu para impedir que nos sacuda…

Cree que comprender que estamos en la vida “de servicio” nos conecta “con el lado servicial de la vida”, que es un lugar de buen humor, mientras que si vamos buscando reconocimiento, poder o dinero, nos acompaña el miedo, el bloqueo, el mal humor. En la misma línea, defiende el cultivo de las artes del silencio y el desapego. Recién casado a sus 60 años, ha estudiado el camino de Carlos Castaneda y habla de Jesús con una devoción lúcida y contagiosa; ha practicado yoga y zen, esto último en ocasiones de sol a sol; ha vivido en una comuna durante casi siete años, y empezó a dar cursos de formación por los hospitales mientras vivía itinerante en una roulotte. Todo, después de renunciar a su plaza como psicólogo adjunto al Departamento de Psiquiatría en la Ciudad Sanitaria de la Paz, de Madrid, hace ahora 26 años.
Desde entonces la vida se ha ocupado de él y le ha empujado a explicar a los demás que sólo somos parte de algo que nos supera, y que no tenemos nada que temer.

Fundación Ananta: ¿Alguna recomendación para las empresas, en relación con el sentido del humor?

Fidel Delgado: El humor está en todo porque la vida es fluida, así que hay que prestar atención a sentir ese fluir. Para un organismo es importantísimo que los sensores que tiene instalados estén sensibles. Y cuando dan señales de que todo va bien, el efecto es la alegría, los buenos resultados de negocio… Si, por el contrario, algo chirría o surge algún conflicto, sentirlo cuanto antes es indicativo de salud, de higiene mental. El buen rollito, una cena, un brindis, es sólo un producto –o un subproducto– final. Es mucho más urgente percibir cómo están las cosas y, a medida que se arreglen, brotará el bienestar tranquila y espontáneamente.

FA: ¿Se le presta atención suficiente a la sensibilidad?

FD: En muchos casos, se tiende a amortiguar esos sensores, a bajarles la sensibilidad porque molesta que avisen de que algo no funciona. Ha habido grandes crack que se podían haber pre-sentido, pero en los que han funcionado mecanismos de defensa por encima de las alertas. Sin el sentir, las empresas se mueren porque empiezan a trabajar en vacío; no saben si están en buena relación interna y con el entorno, ni si responden a una necesidad real de mercado. Cuando un organismo no sabe -no siente- cuál es su relación consigo mismo y con la vida, se vuelve autista; y dura lo que le dura la pila, los recursos… luego se va quemando la gente, se va quemando el sistema… y crack. Eso viene muy bien a todos los que trabajan patologías… se le da mucho trabajo a un coach, a una consultora; los cirujanos del cuerpo y de empresas acaban teniendo que acudir simplemente porque estaba anulada la sensibilidad.

FA: ¿El mobbing se encuadra en ese contexto?

FD: El mal humor organizado y rentabilizado da lugar al mobbing: me entretengo en chinchar al otro sin que se note; es un estímulo muy tóxico pero muy estimulante; es perder el sentido del servicio y convertir el trabajo en algo que sirve para mis cosas: un poquito de poder, un poquito de creatividad contra otro… que producen satisfacciones perversas. Todo eso entra en la gama del mal humor, del miedo. La gente que acosa o que busca negocio a costa de otros, está llena de miedo porque se teme lo mismo de los demás.

FA: ¿Cómo se puede combatir?

FD: Estar “de servicio” me permite estar con el lado servicial de la vida, en el buen lado. Si ya directamente salgo de casa a mangar, la alerta sobre que me manguen a mí es desde antes de salir. Yo creo que todos tenemos instalado el miedo, pero una vez que lo reduces funcionalmente, permites que afloren otros motores humanos que son mucho más crecederos y mucho más gratificantes, pero es muy fácil caer en la tentación de tocar el miedo para mover al otro. El sentido básico que aglutina a una empresa se mantiene a base de comunicación personal. Conviene que el grupo se autoevalúe con la referencia de un organismo humano: ¿Hay cabeza? ¿Hay corazón? ¿Se come? ¿Se descansa? ¿Estamos en guerra o en paz? ¿Qué tal con otros clanes? ¿Hay risas? ¿Hay juego?... eso es lo saludable.

FA: En función de esos parámetros, ¿cómo es la salud completa?

FD: Nuestra medicina presta atención a lo somático y vive básicamente de la química, pero conviene detectar si el desequilibrio en la salud viene por la nutrición más básica o por el alimento en el sentido más sutil –emocional, mental, espiritual…-. El sentido del humor me permite darme cuenta de que, por ejemplo, la razón de mi enfado es que no descanso. ¿Tú te has dado cuenta de que no se habla en ningún sitio del arte de descansar? Todo el mundo toma pastillas para descansar, y coge días de descanso pero nadie sabe descansar. Necesitamos dejar de meter tontunas en la cabeza, que pare la mente, descubrir el gusto por el silencio y desde ahí llegar a la lucidez, al equilibrio, a lo más profundo, que es lo que nos lleva a la solución real de los conflictos.

FA: ¿Tan importante es el silencio?

FD: Todos paramos al final del día cuando ya no podemos más, pero es necesario el reposo de actividades, de deseos, de búsqueda constante de estímulos. Un descanso profundo, decidido, buscado, querido, es un arte, pero como no consume nada, no se vende en ningún sitio. También a veces estamos de mal humor por estar sometidos a demandas de mucha gente, que son al final nuestros propios deseos, y no sabemos cómo renunciar. Soltar y desapegarse tiene mucho que ver también con el buen humor; ya ves, soltar, callar, y no precisamente reírse, jugar, hacer, hacer, hacer…

FA: ¿Y cuál es la importancia de la risa?

FD: La risa sólo puede florecer cuando el organismo está bien dentro y no tiene temor de fuera. Cuando ves reírse a alguien o tú te puedes reír, tu cuerpo entero dice: “estamos bien, estamos tranquilos, no hay peligro, nos podemos reír”. Hay gente que se cree que si se ríe pierde defensas, pero es al contrario, el mensaje es: “estoy tan seguro que me puedo reír hasta de mis propios agujeros”. Básicamente se abre la comprensión y, sobre todo, se abre el corazón a que el de enfrente no es enemigo; por eso sería bueno hacer unas risas antes de empezar cualquier encuentro, porque nos hace saber que los que estamos ahí no nos tenemos que andar vigilando de reojo.

FA: ¿La risoterapia tendría esa función?

FD: La risoterapia tiene connotaciones que a veces son muy descargantes de tensión, muy funcionales. Por esa vía, gente desconocida, después de reírse un rato, sabe que ninguno es peligroso. Pero el buen humor que deberíamos intentar promocionar en nuestro entorno y en nosotros es ése que brota de estar confiado en mí y en los otros, no necesariamente con ingeniosidades ni risas.

FA: ¿Es aplicable todo esto a la relación entre las empresas?

FD: Estamos en el terreno de la utopía ideal, pero hasta que no lleguemos allí, andaremos chirriando. Aunque está establecido, como consenso general, que el mundo de la empresa es un mundo de lobos, la gente que tiene valores menos agresivos y egocéntricos no se tiene que gastar la mitad del presupuesto en defensas, ni la mitad de las reuniones en control miedogénico; y puede dedicarse a crear y servir.

FA: ¿Es más fácil en las empresas pequeñas?

FD: Las grandes que mejor conozco, la sanidad y la educación, no generan ni lo uno ni lo otro: los hospitales no funcionan principalmente movidos por la voluntad de sanar enfermos ni los colegios están volcados en la formación de los muchachos.

FA: ¿Las instituciones han olvidado su misión?

FD: Incluida la religiosa… se trataba de dar de comer al hambriento y de beber al sediento, y nos ponemos a hablar de las células madre y de si es ético o no es ético… Muchos ya nos hemos operado del miedo al infierno; Jesús venció a la muerte, venció al miedo y enseñó cómo amar.

FA: ¿Hasta dónde es válido el mensaje cristiano?

FD: Quien movió a Jesús nos mueve a todos, Jesús se dejó mucho mover; me parece un buen modelo de dejarse mover por el Espíritu. A él le tocó hacer lo que le tocó hacer y ahora toca lo que toca. El modelo no es a fotocopiar sino a dejarse inspirar. Lo delicado de los arquetipos cristianos es que a algunos les produce sarpullido. Cuando hay alergia a alguna cosa, conviene que no la pongas encima de la mesa. Si me hace falta, puedo hablar del Hijo Pródigo sin citarlo, como hacía él, con metáforas, parábolas, semillas que prendan y que no desencadenen la alergia que han generado los abusos religiosos.

FA: ¿Mejor ir a la esencia, sin poner nombres?

FD: La esencia del asunto es dejar la ventana abierta para que sople el Espíritu, quitar el miedo a que el viento me acatarre en vez de que me inspire. Jesús sólo tenía el mandamiento de no tener miedo (“Yo he vencido a este mundo”). Quizá la primera traducción de evitar el mal humor es cuidar no meter miedo, que es muy tóxico. Una de las grandes irritaciones de Jesús fue en ese sentido, cuando dijo que quien hace tropezar a alguien, o mete miedo alguien, mejor que le pusieran una piedra al cuello y le echaran al río. Sin embargo, hay grupos que utilizan el miedo envuelto en palabras cristianas.

FA: Si fuera más fácil de esquivar, no estaríamos hablando tanto de miedo...

FD: Hay gente que le resulta imposible saber que está repartiendo mal humor y malos miedos a los demás, porque ni se dan cuenta de que ellos lo tienen, creen que esa es la verdad. Hay emisoras de radio especializadas en meter miedo, y el miedo mueve y se contagia y transporta mucha rabia. Hay que vigilar el miedo al miedo y reconocerlo cuando venga para poderlo parar antes de que me invada como una infección.

FA: ¿Eres partidario de un gesto desde los poderes públicos para combatirlo?

FD: El miedo hay que resolverlo en la más estricta intimidad. Es una vibración de una frecuencia bajísima pero muy contagiosa. Deberíamos aprender a recortar los miedos a su función básica bioprotectora. Otros miedos manipulados por la mercadotecnia agobian la vida con necesidades fantásticas y reales: “me tienen que querer y comprender todos”, “tengo que ser joven siempre”, “todo el mundo se ríe mis pelos… o de su ausencia”.

FA: ¿Existe también miedo a la escasez? ¿Está fundamentado?

FD: Cuando la lucidez crece, va disolviendo los problemas: uno es la escasez. Hay de sobra para todos y hay que repartir mejor. No habría hambre si repartieran los de máxima conciencia porque basta con un poquito de comida, un poquito de casa y un poquito de quererse… Pero si lo hacemos con esta cabeza, con este corazón forrado de miedos y que no se atreve casi a palpitar en sintonía con la vida, y con estos prejuicios…

FA: ¿Cuál es el secreto del éxito de un curso?

FD: La consciencia que mueve una reunión nos mueve a todos y no sabes por dónde va el remolino; intentar saberlo, pensar que ya sabes cómo, es exactamente donde restringes el Misterio. Este asunto es fundamental para perder toda angustia o prevención con el famoso público. Prepárate lo que tú quieras, pero lo que van a oír es lo que tienen que oír. No restrinjas nada por temor; cuando crees que depende de ti, ya has reducido todo el potencial de la vida. Y eso no es solo para hablar en público, es para vivir. Eso incluye aceptar que la cosa salga aparentemente mal, y también implica soltar la idea de que si no fuera por nosotros, algo no funcionaría..., eso hace revisar la responsabilidad hacia gente cercana, como los hijos…No tenemos tantos méritos como creemos…ni culpas… Y si lo llevas todo controlado, no dejas que la vida te sorprenda.

FA: Resulta muy tranquilizador, pero habrá que poner al menos la intención…

FD: Estoy atento a intentar hacer metáforas tangibles para hablar de lo intangible, juegos para comprender; cómo aterrizar lo que no es terreno pero que hay que pillar en esta tierra, que para eso hemos venido… Pero soy testigo de grandes contrasentidos, como el director de un centro de terapias que tiene un estrés espantoso porque se cree que tiene que controlar todo el rato. Irse liberando de la angustia supone confiar en la vida. En los cursos que organizo en Gredos, mi mujer cocina lo mejor que sabe, y yo, también. A partir de ahí, que sea lo que Dios quiera.

FA: Una frase para cerrar…

FD: Mejor, para abrir: cuando uno mantiene contacto con el impulso profundo que le sostiene haciendo algo, descubre que es empujado a dar de sí sin límite. Cuando te das cuenta de que ese motor viene de muy atrás y nos supera por delante con mucho, la acción se produce confiadamente, sin trajín desquiciante, obligación culposa ni esfuerzo angustiado.

entrevista 28 febrero 07
Redacción - Fundación Ananta
Fidel es psicólogo clínico.
Desde hace 30 años trabaja como formador de formadores y de todo tipo de profesionales de la salud física y mental en las diferentes Autonomías.
Autor de “Saber cuidarse para poder Cuidar”, “El juego consciente” y “Sacar el jugo al juego”.
Especializado en reenfocar crisis vitales, elaboración de pérdidas y autoindagación lúcida. Entrena a Cuidadores de todo tipo a saber cuidarse para poder Cuidar con un estilo lleno de Amor y Humor que te dejará huella.

27.3.13

CREACION Y REALIDAD.....



Cuando enfocamos creamos. 
Estamos en una sucesión interminable de nuestras propias creaciones producto de nuestro deseo/pensamiento .
Cuanto más nos enfocamos en un deseo más fácilmente hacemos que este se produzca, si sabemos mantener la proyección libre de interferencias y obstáculos. Estos son nuestras dudas , temores y falta de confianza o indecision .
Realmente , somos Dioses.....

LUZ Y SOMBRA. REFLEXIONES

Siempre he creido la premisa de "si algo no te gusta, cambialo" y tras ver una conferencia en internet de Sergio Torres, un torrente de información llego de mi interior a mi consciente, con estas palabras...


Sí algo no te gusta, aceptalo, amalo y cambiará sólo.
Necesita que le pongas luz
Lo que no te gusta es algo que rechazas. 
Si lo rechazas no lo amas y por tanto queda en la sombra. La sombra es la ausencia de luz.
Tu creas tu sombra con tu rechazo a determinadas situaciones, emociones, cosas.
Acepta, incluye, integra .....
Todo es amor. Tu rechazo crea la diferencia, la dualidad, lo bueno y lo malo, la luz y la sombra.
Desde el espacio interior de la aceptación creas una esfera iluminada donde antes sólo había oscuridad y ausencia de ti. No huyas del dolor, la molestia o lo desagradable. Sientelo todo.
En la oscuridad esta la clave para la iluminación. Hay que entrar en ella porque son tus zonas oscuras las que hacen que no estés iluminado. No hay que extirparlas ni echarlas lejos de ti, al contrario, hay que fundirse en esa oscuridad porque al hacerlo deshaces la resistencia y al fluir el amor que eres sale de ti, iluminandolo todo.