21.10.14

SOLEDAD Y COMUNICACION por Montse González



La soledad no es consecuencia de la falta de compañía, sino de la ausencia de comunicación.
Te comunicas cuando compartes lo que eres con otras personas.
Si no haces eso te sientes sola. Por eso te puedes sentir físicamente acompañada por otra persona pero completamente sola porque no hay comunicación entre los dos.
Compartes cuando te das a otro tal y como eres. Con todo tu ser. No intentando ser esto o lo otro, sino de verdad.
Compartir es ofrecer tu presencia dónde y con quien quiera que estés o con lo que estés haciendo.
Sea lo que sea lo que estés haciendo es lo que hay en tu momento presente, así que hazlo entera.

Eso es lo que quiere decir ser espiritual: ser entero.
Algo es espiritual porque es total, es todo.
Si haces algo con todo tu ser eso se vuelve una experiencia espiritual.
Algo no es espiritual por ser “elevado”, por tener que ver con seres de luz o con experiencias místicas, sino que se llama así por la calidad con que es realizado.
Todo trabajo es una ocasión de ser espiritual porque el que es espiritual no es el trabajo sino tú con tu acción y con tu implicación. Tú eres quien lo califica, no el trabajo en si.

Haz la prueba, la próxima vez que te sientas sol@ comunícate con alguien de manera sincera, no es hablar del tiempo o por llenar un rato, sino de  verdad. Te sorprenderás...

29.4.14

INFINITAS POSIBLIDADES....



Nada esta definido. Disponemos de todos nuestros futuros posibles. Desde que nacemos, tenemos delante un mar de posibilidades creadas solo para nuestro disfrute. Depende solo de nosotros cual elegimos vivir. La libertad es total.

No estamos predestinados ni nuestro futuro esta cerrado, sino que lo elegimos a cada segundo, a cada instante, con cada pensamiento y cada decisión vamos escogiendo las opciones que queremos, y vamos recorriendo un sendero determinado.

En cualquier momento podemos elegir otro rumbo, otro camino, otra opción. Si no nos gusta lo que vivimos o lo que hemos escogido podemos cambiar y elegir de nuevo. Nada es imposible. Solo nosotros mismos nos impedimos vivir cosas diferentes, nuestra mente, pensamientos y creencias son los que nos condicionan, y hasta que no nos demos cuenta podemos pasar mucho tiempo en malestar o viviendo situaciones desagradables porque aún no nos hemos dado cuenta que podemos elegir otra cosa diferente, SIEMPRE.

Desde mi presente puedo decidir cambiar mi realidad. Solo he de empezar a emitir lo que desee manifestar. Si voy emitiendo amor y amando a las personas que contacto eso generará un efecto multiplicador y la vida me devolverá ese amor, con lo cual mi realidad cambiara. De igual manera si emito miedo, dudas o intranquilidad, la vida me aportará más de lo mismo, porque entenderá que es lo que quiero.

No he de culpar a los de fuera de que no me guste el ambiente, quizás no he actuado de forma plenamente consciente con mi pensamiento y acciones como para darme cuenta que era mi actitud la que generaba la consecuencia. Ahora lo soy y se que quiero vivir en amor, teniendo en cuenta la gente, las personas, los que me rodean, y dándome cuenta que estoy en todos y que ellos también soy yo. Que cuando ellos tienen miedo y sienten lo hacen como yo, que tienen dudas y se equivocan como yo, y que merecen lo mejor como yo. Y que solo les separa de tenerlo y disfrutarlo el poder darse permiso para vivirlo.
Yo decido vivir en la felicidad de amar y ser lo mejor de mí, expresarme como amor me gusta, me hace sentir bien, en definitiva.

Con esta estructura en la mente, veo que las posibilidades no tienen límites. Se termina la "psicosis de escasez" y la competencia, que es una consecuencia.
Así se compite sólo consigo mismo, con la capacidad de crearse una vida cada vez más hermosa, y no es una competición, sino una competencia, es decir, soy competente., o sea, PUEDO.

Me encanta lo de competir conmigo misma, porque yo lo genero todo. Ya no existe el miedo a no encontrar, que los demás sean mejores o que tengan mejor publicidad. Yo genero mis efectos en mi vida.

Puedo ser tan feliz como desee. Los límites están en mi imaginación….

 

23.4.14

NO ERES TU, SOY YO



¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?...

¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?

Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes.

Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.

Llegar a pensar con ese nivel de conciencia puede ser un gran reto, pero no es tan complicado como parece. Se vuelve mucho más sencillo cuando comprendemos que lo que está en juego es nuestra propia felicidad. Y definitivamente el peor lugar para colocarla es en la mente del otro, en sus pensamientos, comentarios o decisiones.

Cada día estoy más convencido de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta. Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que taladran nuestra mente como: ¿Por qué no me llamó? ¿No piensa buscarme? ¿Por qué no me dijo lo que yo quería escuchar? ¿Por qué hizo lo que más me molesta? ¿Por qué se me quedó viendo feo? y muchas otras que por razones de espacio voy a omitir.


No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros.

Si lo quisieras ver de forma más gráfica, es como si nos estuviéramos haciendo vudú voluntariamente, clavándonos las agujas cada vez que un tercero hace o deja de hacer algo que nos incomoda. Lo más curioso e injusto del asunto es que la gran mayoría de las personas que nos "lastimaron", siguen sus vidas como si nada hubiera pasado; algunas inclusive ni se llegan a enterar de todo el teatro que estás viviendo en tu mente.

Un claro ejemplo de la enorme dependencia que podemos llegar a tener con otra persona es cuando hace algunos años alguien me dijo: "Necesito que Enrique me diga que me quiere aunque yo sepa que es mentira. Sólo quiero escucharlo de su boca y que me visite de vez en cuando aunque yo sé que tiene otra familia; te lo prometo que ya con eso puedo ser feliz y me conformo, pero si no lo hace... siento que me muero".

¡Wow! Yo me quedé de a cuatro ¿Realmente ésa será la auténtica felicidad? ¿No será un martirio constante que alguien se la pase decidiendo nuestro estado de ánimo y bienestar? Querer obligar a otra persona a sentir lo que no siente... ¿no será un calvario voluntario para nosotros?

No podemos pasarnos la vida cediendo el poder a alguien más, porque terminamos dependiendo de elecciones de otros, convertidos en marionetas de sus pensamientos y acciones.

Las frases que normalmente se dicen los enamorados como: "Mi amor, me haces tan feliz", "Sin ti me muero", "No puedo pasar la vida sin ti", son completamente irreales y falsas. No porque esté en contra del amor, al contrario, me considero una persona bastante apasionada y romántica, sino porque realmente ninguna otra persona (hasta donde yo tengo entendido) tiene la capacidad de entrar en tu mente, modificar tus procesos bioquímicos y hacerte feliz o hacer que tu corazón deje de latir.

Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. No podemos entregar el control de nuestra existencia, para que otros escriban nuestra historia. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede.

La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella, ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.

Al ser humano se le puede arrebatar todo, salvo una cosa, la última de las libertades humanas: la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino, para decidir su propio camino.

Fuente: Ensayo de Viktor Frankl, neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto y fundador de la disciplina que conocemos hoy como Logoterapia.

25.3.14

PRESENTE

                                                                   PRESENTE


Aquí y ahora
El tiempo no existe, solo el presente
No hay nada mas
El resto es una construccion mental
Solo existe lo que vivo en el ahora

Cuando no estoy en el presente estoy pensando
En antes, en después….
En consecuencia, no estoy aquí…
Y si no estoy aquí no puedo sentir la vida
Y todo lo que ella me ofrece

Los regalos de Dios son ofrecidos en el Presente
Y soy regalada continuamente
Porque el Amor siempre Es.


20.2.14


LA HISTORIA DEL CUERVO ARCO IRIS (Tribu Lenni Lenape)

Hacía mucho frío. La nieve caía sin cesar y el hielo se formaba sobre las aguas. Los animales nunca habían visto nieve antes. Al principio, fue una novedad, algo con qué jugar. Pero el frío aumentó diez veces más y comenzaron a preocuparse. Los animales pequeños estaban siendo sepultados en los montículos de nieve y los animales más grandes apenas podían caminar porque la nieve era muy profunda. Muy pronto, todos perecerían si no hacían algo.

“Debemos enviarle un mensajero a Kijiamuh Ka’ong, el Creador quien crea al pensar lo que será”, dijo Búho Sabio. “Tenemos que pedirle que piense al mundo cálido otra vez para que el Espíritu de la Nieve nos deje en paz.”

Los animales estuvieron satisfechos con ese plan. Comenzaron a debatir entre ellos, tratando de decidir a quién enviar hasta el Creador. Búho Sabio no podía ver bien durante el día, así que no podía ir. El Coyote se distraía fácilmente y le gustaba gastar bromas, así que no se podía confiar en él. La Tortuga era firme y estable, pero se arrastraba con demasiada lentitud. Finalmente, Cuervo Arco Iris, el más hermoso de todos los pájaros, con relucientes plumas de tonalidades de arco iris y una encantadora voz para el canto, fue elegido para ir a Kijiamuh Ka’ong.

Fue un arduo viaje, tres días subiendo más y más al Cielo, pasando los árboles y las nubes, más allá del Sol y de la Luna, e incluso por encima de todas las estrellas. Los vientos lo azotaban y no tenía lugar donde descansar, pero se comportó valientemente hasta que llegó al Cielo. Cuando Cuervo Arco Iris llegó al Lugar Sagrado, llamó al Creador, pero no recibió respuesta. El Creador estaba demasiado ocupado pensando lo que sería para notar siquiera al más hermoso de los pájaros. Así que Cuervo Arco Iris comenzó a cantar su más bella canción.

El Creador fue sacado de sus pensamientos por el hermoso sonido y fue a ver qué pájaro lo hacía. Saludó a Cuervo Arco Iris amablemente y le preguntó qué regalo podía darle al noble pájaro a cambio de su canción. Cuervo Arco Iris le pidió al Creador que no pensase más en la nieve para que los animales de latiera no quedasen sepultados y muriesen congelados. Pero el Creador le dijo a Cuervo Arco Iris que la nieve y el hielo tenían espíritu propio y no podían ser destruidos.

“¿Qué haremos entonces?”, preguntó Cuervo Arco Iris. “Nos congelaremos o ahogaremos bajo la nieve.” "Ustedes no se congelarán”, le aseguró el Creador, “porque pensaré en el Fuego, algo que calentará a todas las criaturas durante las épocas de frío.” El Creador metió un palo en el sol abrasador. La punta brillaba con un fuego brillante que ardía resplandeciente y daba calor. “Este es el Fuego”, le dijo a Cuervo Arco iris, dándole el extremo frío del palo. “Debes apresurarte e ir a la Tierra tan rápido como puedas volar antes de que el palo se queme.”

Cuervo Arco Iris le dio las gracias al Creador y voló tan rápido como pudo. Era un viaje de tres días hasta el Cielo y él estaba preocupado, temía que el Fuego se extinguiese antes de que él llegase a la Tierra. El palo era largo y pesado, pero el Fuego mantenía caliente a Cuervo Arco Iris mientras descendía del Cielo hacia abajo, a la senda brillante de las estrellas. Entonces el Fuego se volvió candente al acercarse a las plumas de Cuervo Arco Iris. Al volar más allá del Sol, su cola se incendió, volviendo negras las hermosas y brillantes plumas. Para cuando voló más allá de la Luna, todo su cuerpo estaba negro de hollín del ardiente Fuego. Cuando se sumergió en el Cielo y voló a través de las nubes, el humo le llegó a la garganta, estrangulando su hermosa voz cantora.

Para cuando Cuervo Arco Iris se posó entre los animales de la Tierra que se congelaban, estaba tan negro como el alquitrán y sólo podía graznar en lugar de cantar. Les entregó el Fuego a los animales y ellos derritieron la nieve y se calentaron, rescatando a los animales más pequeños de los montículos de nieve donde estaban enterrados.

Fue un tiempo de regocijo para Tindeh porque el Fuego había llegado a la Tierra. Pero Cuervo Arco Iris se sentó aparte, entristecido por sus feas plumas opacas y su voz ronca. Entonces sintió el toque del viento en la cara. Levantó la vista y vio al Creador que crea al pensar lo que será, caminando hacia él.

"No estés triste, Cuervo Arco Iris", dijo el Creador. "Todos los animales van a honrarte por el sacrificio que hiciste por ellos. Y cuando las personas vengan, no te cazarán, porque hice que tu carne sepa a humo por lo que no es buena para comer, y tus plumas negras y tu voz ronca evitarán que el hombre te ponga en una jaula a cantar para él. Serás libre."

Entonces el Creador se refirió a las plumas negras de Cuervo Arco Iris. Ante sus ojos, Cuervo Arco Iris vio que las plumas opacas se volvían brillantes y dentro de cada una se podían ver todos los colores del arco iris. "Esto va a recordarles a todos los que te vean el servicio que le hiciste a tu pueblo", dijo, "y el sacrificio que hiciste para salvarlos a todos. Y así será para siempre.”

4.2.14

Joe Dispenza




Os comparto este extracto del libro “Deja de ser tu” por Joe Dispenza, que me ha gustado mucho.
Epílogo
Mora en el yo.
 Una de las mayores mentiras que nos hemos llegado a creer sobre nosotros mismos y nuestra naturaleza verdadera es que no somos más que seres físicos definidos por una realidad material, carentes de dimensión y de energía vital, y separados de Dios. No obstante, estoy seguro de que a estas alturas ya sabes que Dios se encuentra en nuestro interior y a nuestro alrededor. No conocer la verdad sobre nuestra identidad real,
además de esclavizarnos, reafirma que somos seres limitados viviendo una vida lineal carente de auténtico sentido.
La máxima de que más allá del mundo físico no existen reinos ni vida y que no tenemos ningún control sobre nuestro destino no es una «verdad» que debamos aceptar nunca. Espero que este libro te haya ofrecido algunos conocimientos para ver quién eres realmente.

Eres un ser multidimensional que crea su propia realidad. La finalidad de este libro es ayudarte a aceptar esta idea como tu ley y tu nueva creencia. Deja de ser tú significa que tendrás que despojarte de tu mente y crear otra nueva.
Pero cuando nos desprendemos de nuestra antigua vida o de nuestra mente conocida y empezamos a crear otra nueva, hay un momento entre los dos mundos que no se parece a nada de lo que conocemos, y la mayoría de las personas, al sentir este extraño vacío, nos apresuramos
a volver a lo conocido. Ese lugar de incertidumbre —lo desconocido— es el que los  inconformistas, los místicos y los santos conocen como la tierra fértil.

Vivir en el reino de lo imprevisible es ser todas las posibilidades a la vez. ¿Puedes sentirte cómodo en este espacio vacío? Si es así, te encuentras en la trama de un gran poder creativo, el «yo soy».
Al cambiar en el aspecto biológico, energético, físico, emocional, químico, neurológico y genético y dejar de vivir aceptando inconscientemente que la competitividad, las luchas, el éxito, la fama, la belleza física, la sexualidad, los bienes materiales y el poder lo son todo en la vida, nos liberamos de las cadenas de lo mundano. Me temo que esta llamada receta para triunfar en la vida nos ha hecho buscar las respuestas y la auténtica felicidad fuera, cuando las verdaderas respuestas y la auténtica felicidad siempre han estado dentro de nosotros.
¿Dónde y cómo podemos encontrar nuestro yo verdadero? ¿Creando una persona condicionada por las asociaciones con el mundo exterior que perpetúa la mentira, o identificándonos con algo en nuestro interior que es tan real como cualquier elemento del exterior y creando una identidad única con una conciencia y mente que podemos emular?
Así es, se trata de la fuente infinita de información e inteligencia, tanto personal como universal, inherente a los seres humanos. Es una conciencia energética llena de una coherencia tan profunda que cuando fluye por nuestro interior sólo podemos llamarla amor. Cuando la puerta se abre, la frecuencia de esta conciencia acarrea una información tan vital que cambia quién somos desde dentro. Es una experiencia para la que he aprendido humildemente a vivir.
Espero que sepas que siempre puedes acceder a ella, si decides hacerlo. Pero si vives la vida como un materialista, la existencia no te resultará fácil. ¿Por qué? Porque los realistas definen la realidad con los sentidos, y si no pueden verla, saborearla, olerla, tocarla u oírla, entonces no existe, ¿verdad? Esta dualidad es un plan perfecto para que la gente siga sumida en la ignorancia. Si sólo se fijan en una realidad exterior tan agradable o caótica sensualmente, les costará demasiado mirar en su interior.
Allí donde pones la atención, pones la energía. Si vuelcas toda tu atención en el mundo exterior y material, ésta será tu inversión en la realidad. En cambio, si intentas observar un aspecto más profundo de ti, tu energía ensanchará esta realidad. Tú, como ser humano, eres libre de poner la atención en lo que quieras. Estás dotado para desarrollar tu capacidad de manejar y usar adecuadamente esta abundancia de poder que hay en ti. Allí donde pones tus pensamientos y tu atención, se convierte en tu realidad.
Si dejas de creer que lo que piensas es real, volverás a caer en el materialismo y dejarás de llevar a cabo tu labor. Te limitarás a optar por alguna adicción emocional o hábito para recibir una gratificación inmediata, y te perderás todas las otras posibilidades.
Aquí está el dilema: la realidad futura que creamos en nuestra mente no nos da ninguna respuesta sensorial y, según el modelo cuántico, nuestros sentidos deberían ser los últimos en experimentar lo que creamos.
Por esta razón, muchas personas volvemos a adoptar el materialismo como ley y a sumirnos en la inconsciencia.
Recuerda que todo lo material viene del campo invisible de lo inmaterial, más allá del espacio y el tiempo. Es decir, al sembrar las semillas en este mundo, ves que con el tiempo fructifican. Si eres capaz de vivir un sueño a nivel mental y emocional en el mundo interior de posibilidades infinitas con tanta plenitud, es que ya se ha hecho realidad. Así que entrégate sin más y no te preocupes, porque tu sueño se manifestará en tu vida exterior. Es la ley.
Pero la parte más difícil de este proceso es encontrar el tiempo o reservarlo para que tu valiosísimo yo lo haga.
Eso es. Somos creadores divinos. Es lo que hacemos cuando nos sentimos inspirados y presionados a aumentar nuestros conocimientos.
Pero tú y yo también somos seres de costumbres. Adquirimos hábitos con facilidad. Poseemos tres cerebros que nos permiten evolucionar del conocimiento a la experiencia y la sabiduría. Al hacer cualquier cosa que aprendimos de forma implícita por medio de la repetición de la experiencia, enseñamos al cuerpo a convertirse en la mente; ésta es nuestra definición de hábito.
El problema está en que hemos adquirido hábitos que limitan nuestra verdadera grandeza. Las emociones de supervivencia, que tan adictivas son, nos hacen vivir limitados, sintiéndonos separados de la Fuente, y nos olvidamos de que somos creadores. En realidad, los estados mentales correspondientes relacionados con el estrés son las razones por las que nuestras emociones nos controlan, vivimos con una energía de una frecuencia más baja y estamos esclavizados por una serie de ideas arraigadas en el miedo. Estos estados psicológicos denominados normales son los que la mayoría hemos aceptado como habituales y comunes.Son los verdaderos «estados alterados» de conciencia. Por eso quiero subrayar que la ansiedad, la depresión, la frustración, la ira, la culpabilidad, el dolor, la preocupación y la tristeza —emocionesque miles de millones de personas expresan normalmente— son la razón por la que las masas llevan una vida desequilibrada y alejada del verdadero yo. Y tal vez los supuestos estados alterados de conciencia alcanzados en la meditación durante los auténticos momentos místicos son en realidad los estados de conciencia «naturales» que todos deberíamos intentar vivir a diario. Y yo comparto esta opinión.
Es hora de despertar y ser un ejemplo viviente de la verdad. No basta con adquirir estos conocimientos, es hora de vivirlos, manifestarlos y ser la «causa» en todos los aspectos de nuestra vida. Cuando tú y yo «encarnemos» tales ideales como la verdad y los convirtamos en un hábito,
se volverán en parte de nosotros.
Dado que somos seres de costumbres, por qué no adquirir nuevos hábitos de grandeza, compasión, genialidad, ingenuidad, fuerza interior, amor, atención plena, generosidad, curación, manifestación cuántica y divinidad. Desprender las capas de aquellas emociones que decidimos
memorizar como identidad, deshacernos de nuestras limitaciones egoístas a las que tanto poder hemos dado, abandonar las ideas y percepciones falsas sobre la naturaleza de la realidad y el yo, superar las habituaciones neurales de los rasgos destructivos que están socavando siempre
nuestra evolución, y renunciar a las actitudes que nos han estado impidiendo conocer quién somos realmente forma parte de encontrar el yo verdadero.
Hay un aspecto del yo que es un ser bondadoso esperando tras todos estos velos. Es quien somos cuando no nos sentimos amenazados, ni nos da miedo perder algo, ni intentamos complacer a todo el mundo, ni nos apresuramos a triunfar, ni competimos por llegar a la cima a cualquier precio, ni nos arrepentimos del pasado o nos sentimos inferiores, abatidos, desesperados o ávidos. Cuando superamos y eliminamos lo que es un obstáculo para nuestro poder infinito y nuestro yo,
estamos realizando un acto muy noble no sólo para nosotros mismos, sino para toda la humanidad.
El peor hábito que puedes eliminar es el de ser el mismo de siempre y el mejor que puedes adoptar es el de expresar lo divino a través de ti.
En ese momento es cuando moras en tu naturaleza verdadera y en tu identidad. Cuando moras en el yo.

22.1.14

COLECTIVOS Y NUEVO MUNDO por Montse Gonzalez




Todos en algún momento de nuestras vidas hemos formado parte de algún grupo, colectivo o asociación. Somos enriquecidos en función de lo que nos relacionamos, de lo que ofrecemos, de lo que compartimos. No somos islas separadas, sino arrecifes de coral unidos unos con otros, fuertes, bellos y singulares.

Ahora es tiempo de afinar más lo que hacemos y el porqué de nuestras motivaciones. No hay que aislarse del mundo porque este sea muy deprimente o no nos guste, sino conectar con la verdadera realidad que somos y empezar a vivir desde ahí, transformando lo que hay a nuestro alrededor, hasta llegar a una sociedad de armonía y equilibrio. Es nuestro objetivo y hacia lo que vamos en nuestro desarrollo como esferas de luz en cuerpos de carbono.

Todos necesitamos momentos de recogimiento y de nutrición con nuestro interior, conectando con nuestra fuente, y para ello necesitamos estar solos. Es un viaje personal y privado. Pero después llega el tiempo de ofrecer eso, de llevarlo al mundo, de permitir que nuestra personalidad mute y se amplifique, albergando más aspectos y percepciones de uno mismo. Pero no confundamos esto con vivir separados del mundo. Todo tiene su tiempo. Hay un tiempo de soledad y un tiempo de compartir. No se puede vivir aislado sin relacionarnos con nadie ni desbocados llenando nuestra agenda de miles de compromisos y teniendo miles de amigos para evitar sentirnos a nosotros mismos. El camino del medio siempre es el más adecuado.

Cuando profundizamos y vivimos nuestra privacidad muchas veces existe una confusión generada por el ego de reservar eso a nuestros momentos “privados” y no incluirlo como un elemento de enriquecimiento para nuestra vida “pública”. Todo lo vivido en momentos de interiorización ha de transformar, enriquecer y amplificar nuestra conciencia presente, nuestra forma de estar en el mundo, de vivir nuestra vida y relacionarnos con todo y todos. Por esto, en este tiempo de disolución de los velos, es requerida la conexión con nuestro ser interno, con nuestra verdad, y así a cada uno se le mostrará su camino personal, y no porque alguien se lo diga, sino porque lo verá con sus propios ojos, sintiéndolo como una certeza en su interior..

Es un momento de gran riqueza y expansión. Todas las luces empiezan a encenderse y cada uno empieza a emitir el brillo que siempre ha sido. Es un tiempo de iluminación, porque la oscuridad se disuelve al haber cumplido su objetivo. Es como jugar al laberinto, necesitamos paredes, calles sin salida, esquinas cerradas. Todo es una carrera de obstáculos. Al llegar al centro, ya no necesitas los obstáculos, los muros caen, los ángulos se disuelven, las trampas desaparecen, porque a pesar de todo, has seguido adelante, saltando miedos y superando limitaciones, hasta llegar al final. Estás en el centro del laberinto, y el entorno se ha transformado. Tu alrededor empieza a vibrar como si estuvieras en un portal de tiempo, y la luz lo invade todo. Estas siendo propulsado a otra dimensión, a otra percepción, a otro mundo, en el mismo espacio físico, pero en una frecuencia distinta. Es la nueva tierra.

Aquí existe otra forma de vivir, de estar, de reaccionar, de sentir. Todo es mas completo, mas entero, más real. Te das cuenta que lo anterior ya te empezaba a ir pequeño, te tiraban las costuras, te sentías encogido en ocasiones, como un poco aprisionado.

Ahora respiras con toda tu capacidad, hueles el aire, sientes el frescor, la fragancia, el espacio a tu alrededor. Todo esta lleno, pero no te agobia. Te vivifica. Te expande. Te llena de alegría.  Te das cuenta que tus células reconocen ese estado, aunque no tienes recuerdo consciente de haberlo vivido con anterioridad. Sólo sientes que estas como más entero, más a gusto, más en casa, más natural. Y desde aquí al infinito…
Se abren miles de opciones, formas y maneras de expresarte como ser creativo individual y ofrecer tu singularidad a todos lo que hay a tu alrededor. Todo te llena y te reafirma. Te sientes pleno expresándote y ofreciendo la luz del amor que eres en un sinfín de formas, colores y maneras.
En ocasiones eliges ponerte el traje de boy scout y echar una mano a los que aun no están en ese lugar, les ayudas en la manera que ellos lo permiten, a apartar un poco mas ese velo que antes también te tapaba a ti.
Puedes moverte entre las dimensiones y crear focos de luz en zonas menos iluminadas. Ya vives en varios mundos al mismo tiempo, puedes ir alternando entre ellos. Es el humano empoderado.
Entre todos estamos creando esa nueva realidad, y va a ir tomando forma física en la medida que cada uno realice su trabajo de corazón, lo que ama, lo que siente, lo que desea.
Cada uno encuentra su “misión” en lo que mas le llena y ofreciéndola se enriquece y enriquece al mundo. Es labor de todos, individual y conjunta.
Nuestro interior nos dirá cuando es tiempo de una cosa y cuando de la otra, si nos abrimos a escuchar sus señales.

7.1.14

LAS VIDAS PARALELAS. "APODERANDONOS" DE LA EMOCION. Por Mª Carmen Ortega Molina

He leido este articulo y me ha parecido que explica muy bien las tendencias adictivas emocionales y como solucionarlas. Si os interesa la autora, al final teneis su blog para buscar mas informacion.


El tema que voy a tocar en este nuevo trabajo no es un tema fácil de comprender. También sé que no es fácil de aceptar por muchas personas que aún no estén llevando un  trabajo de autoconocimiento,  hacia dentro.

De hecho me consta que muchas personas que siguen proyectando su Sombra hacia fuera, hacia los demás, lo rechazan de antemano;  pero como para mí fue tremendamente  liberador,  a la hora de añadir un elemento muy clarificador a mi mente,  para poder manejarme con maestría en la difícil integración  de las emociones, trataré de exponerlo para esas personas que sé, que será una pieza del puzzle muy clarificadora en su trabajo interior de Liberación.

Por supuesto para llegar a la conciencia que posibilite la integración de las emociones (y la integración de las emociones es todo lo contrario a la proyección de ellas), la persona tiene que haber llegado a la conciencia de su responsabilidad como creadora de sus circunstancias vitales. Es decir, este trabajo es incompatible con la conciencia de víctima.

Ahora se trata de la conciencia de que somos creadores. De hecho creamos en base a las elecciones que vamos realizando a lo largo del Camino, lo sepamos o no. Y las emociones son el sistema de contraste que nos permiten elegir lo que queremos en nuestra vida y lo que no.

Ese es nuestro derecho y poder como co-creadores. Lo que ocurre es que al principio del despertar, nos encontramos con el desconcierto de los malestares primeros de diversa etiología y con unas memorias celulares “petrificadas”, que tenemos que ir iluminando y diluyendo una por una, con su consiguiente tribulación previa cuando emergen y su posterior proceso de Alquimia.

Cuando nuestro  proceso de autoconocimiento está avanzado y hemos conseguido sacar a la luz muchas de nuestros aspectos Sombras, los hemos identificado por la emoción que nos produce y de una manera automática ya estamos bastante atentos a ellas cuando emergen, es en esa Presencia, de Presente, de Ahora, en donde las podemos neutralizar. Por supuesto PERMITIÉNDOLAS  sin rechazar ninguna. Esto no quiere decir que nos tengamos que enzarzar en el “drama”, sino que nosotros las recogemos con aceptación y respeto dándoles su lugar en nuestro interior.

Aquí es en dónde puede presentarse la dificultad. Muchas personas me comentan la incapacidad que tienen de manejarse con las emociones sin reaccionar o sin sentir un cierto rechazo por tener esa emoción- reacción. Con lo cual con ese sutil rechazo ya están alimentando la vieja dinámica impidiendo la integración real, que sólo puede producirse cuando no hay auto-juicios.

Reconozco que cuando esta nueva perspectiva, que expondré seguidamente, vino a mi conciencia, para mí fue muy liberadora  porque ya no se trataba tanto de mi reacción y del trabajo que estaba haciendo permaneciendo atenta a la emoción y al “drama” externo que la había activado, sino que además añadía un importantísimo ingrediente a tener en cuenta: realmente lo que se activaba era un circuito neurobioquímico adictivo localizado  físicamente en mi cuerpo, de manera concreta, material, celular… procurándose su correspondiente dosis de péptidos. Así de simple y así de sorprendente.

 Así que a esa atención de observador consciente, se añadió un nuevo punto de vista más liberador que me permitía identificar el “circuito neurobioquímico” que se activaba en cada momento sin rechazar nada y sin juzgar nada, de una manera más desapegada.

 Era como si mi observador interno ampliara su visión de que el “drama” que se desarrollaba, se debía a la demanda adictiva de un circuito neurobioquímico que tenía “vida” por sí mismo y que de cuando en cuando necesitaba su “dosis” y creaba externamente las circunstancias que le procurasen su “chute” de péptidos. Esto fue muy liberador porque me permitía ser más imparcial con lo que estaba sintiendo y desarrollándose dentro y fuera de mí y  estar aún más PRESENTE para poder abrazarlo,  sin esa resistencia sutil, e integrarlo progresivamente.

Los circuitos neurobioquímicos no se disuelven de golpe, sino que necesitan un trabajo de atención y aceptación hasta que estén integrados. Lo que se llama: “apoderarse de la emoción”. Esto lleva su tiempo pues están muy petrificadas por la repetición circular inconsciente durante mucho, mucho tiempo. Lo que hace que tengan una inercia muy fuerte que hay que tener en cuenta y no debemos menospreciar. Cuando pensamos que nos hemos liberado de ellos… vuelven a salir con fiereza, desconcertándonos cuando más tranquilos estábamos.

Encima, como unos circuitos emocionales están enredados con otros, cuando unos se activan, se activan los otros… produciéndose en muchas ocasiones esos momentos de caos en los que quedamos inundados por la emoción.

Lo importante en esas ocasiones es volver cuanto antes a nuestro Centro y desde ahí dejar que se vayan “posando las aguas”. Para ello, es importante recordar, para “no clavarnos puñales”,  que lo único que hacen es darle más fuerza a los “circuitos”,  que no hemos sido nosotros, sino nuestros viejos circuitos neurobioquímicos los que se han puesto en marcha automáticamente para chupar su correspondiente dosis.

También muchas personas piensan que manteniendo a raya  los “circuitos”, reprimiéndolos o negándolos,  se van a librar de ellos. Eso es algo totalmente erróneo, puesto que se trata de memorias celulares del pasado, que están coaguladas literalmente en nuestras carnes (bioquímica) y hasta que no estén todas expuestas a la luz y transmutadas, van a seguir atrayendo a las personas y circunstancias que les provean de las necesarias sustancias químicas que necesitan para vivir en esa Sombra, saliendo de cuando en cuando,  pillándonos desprevenidos.

Las emociones proceden del pasado. Las aprendimos con nuestras  experiencias del pasado, pero ese pasado lo estamos actualizando constantemente en nuestra vida del presente, hasta que no nos “apoderamos” de ellas.

Estas memorias tienen que emerger para poder ser reconocidas e integradas, así que es mejor tomar esas “puestas en escena” emocional, como oportunidades para integrarlas en el AHORA del momento en que se presenten. No pueden integrarse en ningún otro momento.

La toma de conciencia de la mecánica autómata- adictiva que tienen las viejas “redes” emocionales, no sólo hace que tengamos  más compasión por nosotros mismos, sino también comprender compasivamente a los demás en sus dinámicas emocionales.

Personalmente este entendimiento me llevó a una conciencia más liberadora. Es como poder percibir el “drama” con más claridad y más desapego. Y también tener más discernimiento a la hora de ELEGIR.

Realmente TODOS SOMOS INOCENTES. La Humanidad  está envuelta en este enredo emocional adictivo… y no lo sabe.

Hace unos años leí el libro VIDAS PARALELAS  de Ramtha que dejó en mi conciencia el ingrediente liberador del que  he hablado antes. En aquel momento me pareció tan interesante la dinámica adictiva de las emociones, que hice la siguiente síntesis de su lectura. Desde entonces, no sólo lo he tenido muy presente en mi vida, sino que he constado experimentalmente esta dinámica con el discernimiento consciente del motivo ulterior de activación de mis propios “circuitos” adictivos y también el motivo ulterior de activación de los “circuitos” de las otras personas.

Es tremendamente liberador  ver las cosas desde esta nueva perspectiva…

Voy a tratar de explicar lo que he entendido del libro VIDAS PARALELAS DE RAMTHA.

Es muy complejo y bastante abstracto, mezcla la física de la partícula cuántica, con las vidas paralelas, con los circuitos bioquímicos y con la adicción emocional que nos lleva a un “pico” de satisfacción dentro del circuito emocional repetitivo,  que Ramtha denomina: CLIMAX EMOCIONAL.

Ramtha dice que no podemos hacer un cambio real del estado cuántico que tenemos, moviéndonos de “materia a materia”, es decir en la tercera dimensión. Podemos cambiar de lugar, de personas, de situaciones, de trabajo, de relaciones…etc. Pero realmente no hemos cambiado nada, seguiremos en el mismo estado cuántico del principio.

Sin embargo, cuando tomamos conciencia de la emoción y nos “apoderamos” de ella, es cuando realmente cambiamos el estado cuántico que teníamos inicialmente por otro estado cuántico.

 Ese cambio de un estado cuántico a otro, sería a nivel física cuántica, como la fluctuación de la partícula desde el espacio no manifiesto o implícito (puede ser de otra vida paralela, o vacío infinito). Llegaría el momento en que esa partícula podría quedar coagulada en el espacio manifiesto o explícito, de manera más permanente o mejor dicho sin grandes fluctuaciones.

Resulta que la emoción, cuando no nos hemos apoderado de ella, es una adicción, que necesita su climax. Hasta tal punto que  necesitamos a los demás para nuestros climax emocionales, y ellos nos necesitan a nosotros para los suyos.

Un climax emocional, es recurrente, es el circuito bioquímico que necesita una y otra vez su sustancias-péptidos, “drogas”.

Cualquier emoción tiene su “pico”,  climax emocional, como puede ser la ira, los celos, la envidia, la frustración, la depresión, la impotencia, el control, el “cuidar” a los demás, la queja,  la duda, la dependencia…etc…Todas las emociones que sustentan la “imagen”  o personalidad, son adicciones  que se disparan  inconscientemente cuando necesitan  su dosis.

Externamente y de manera simultánea, nos aparecen las situaciones, las personas  y dinámicas en las relaciones con ellas, que actúan como activadores (catalizadores) de la dinámica de nuestro  viejo circuito emocional (que corresponde a ese estado cuántico que tenemos en ese momento), para así conseguir la consecuente “autodroga”.

Nos aparecen así, en nuestra vida, porque ese es nuestro espacio cuántico, y ellas están ahí porque siguen la ley de nuestro estado cuántico que nosotros hemos creado y le damos vida una y otra vez.
No se trata de ellos realmente…se trata todo el tiempo de nosotros. Esto es muy fuerte de aceptar…pero es así.

Cuando trabajo sobre una emoción para “apoderarme” de ella, empiezo a fluctuar a otro estado cuántico, que sería lo mismo que decir, empiezo a adentrarme en otra vida paralela.

Cuando he logrado “apoderarme” de esa emoción,  paso totalmente a otra vida paralela, y por consiguiente, las personas, situaciones, cosas…del estado cuántico anterior, ya no aparecerán en ella con las viejas dinámicas adictivas. Es imposible, por incompatibilidad de “frecuencias”.

Hasta el cuerpo cambia atómicamente al nuevo estado cuántico, adaptándose a la nueva vida paralela, porque el cuerpo está hecho también de partículas cuánticas. Por eso, las molestias que solemos tener de cuando en cuando, como dolores de cabeza, algo más nerviosos, o quizás más cansados…o tal vez algo caóticos…es fruto de esas modificaciones atómicas que tiene el propio cuerpo y todos sus órganos, para adaptarse a la nueva vibración. Esto se realiza a través de la liberación del fuego del núcleo de nuestros átomos o energía Kundalini.

Esto sería lo mismo que trabajar para desactivar el viejo circuito neuronal y a la vez ir creando el nuevo circuito, que corresponda a la nueva vida paralela.

Las vidas paralelas son los escalones en la espiral que hay que subir para alcanzar nuestra liberación, al apoderarnos de las emociones que van tomando protagonismo en cada una de ellas.

 Así que, echando un vistazo a la propia experiencia para ver la teoría sobre el terreno práctico, aunque esto es mucho más vasto y sutil de lo que pueda escribir…este trabajo necesita de una atención constante y un autoconocimiento sincero, que no se puede explicar…sólo se puede hacer…hay demasiados matices emocionales, enredados unos con otros, a veces opuestos, a veces solapados…que se necesita de gran claridad, disciplina, intención y atención, para desenmarañar la enredada madeja.

Ramtha dice que lo realizaríamos más rápido, si este trabajo interior, fuese nuestro “pensamiento común”. Es decir, no un trabajo de cuando en cuando, sino una constante de nuestra experiencia cotidiana.

Bien, pues por ejemplo, si yo, después de ir pasando de una vida paralela a otra, en función de mi trabajo interior con mis propias emociones, llego a un punto en que me encuentro con una serie de emociones recurrentes, que ya no sé cómo trabajar…me puedo ir a otro lugar, pero el estado cuántico “problemático” sigue en mí y por tanto sigue emitiendo esa misma “frecuencia” cuántica.

Sí, el hecho de trasladarnos a otro lugar puede servirnos para recopilar nuevas fuerzas, espacio y distancia, para meditar y reflexionar, y para recabar nuevo entendimiento.  Con lo cual, tengo una nueva herramienta para identificar mejor las emociones adictivas y sus motivos ulteriores (que son siempre falta de amor por nosotros mismos) y acto seguido trabajar sobre ellas, pero no de manera intelectual, sino cuando éstas se presenten en la experiencia; porque es así cuando yo puedo acceder a otro estado cuántico, o vida paralela: en el AHORA del momento en el que se está presentando esa emoción.

En la medida que tengo más poder sobre ella y la puedo sentir sin negarla, sin evadirme de ella, sin juzgarla y desde el OBSERVADOR, PUNTO CERO, O MOMENTO PRESENTE, EL AHORA, simplemente estando PRESENTE en lo que SIENTO, observándola. El Observador va neutralizando la emoción y pasando a un nuevo estado a través de ÉL, como si Él fuera un “agujero de gusano” hacia otra vida paralela. No existe mayor AMOR por nosotros mismos que ese OBSERVADOR que abraza absolutamente todo lo que observa.

Así pues, las emociones de rechazo, de juicio, de crítica, también son adicciones, también necesitan su climax. La necesidad de “cuidar” a los demás, la necesidad de complacer las demandas de los demás, igualmente precisa su correspondiente climax.

La adicción  emocional es mucho más variada y confusa de lo que podemos pensar; por ejemplo: cada vez que yo siento agobio por una situación, es un climax adictivo, cada vez que yo me siento culpable, es un climax adictivo, cada vez que yo me siento impotente, es un climax adictivo, cada vez que me siento frustrada, es un climax adictivo, cada vez que me siento triste, es un climax adictivo, cada vez que siento un juicio hacia alguien o algo, es un climax adictivo, cada vez que me siento dependiente de otros, es un climax adictivo, cada vez que me comparo con otros, es un clímax  adictivo, cada vez que quiero tener razón o controlar, es un climax adictivo, cada vez que rechazo las actitudes de otros, es un climax adictivo, y trato de huir de escaparme de ellos,  es un climax adictivo (sería como evadirme para no sentir esas emociones que otros me provocan  sentir, la misma evasión es un climax adictivo, con lo cual no me sitúo en el Presente para poder sentirlas desde el OBSERVADOR QUE NO JUZGA y que puede trasladarte a otra vida paralela…

En fin, que tomé conciencia de la existencia de una infinidad de “climax” adictivos que nos atan al viejo estado cuántico si no nos apoderamos de la emoción.

Porque si sigo identificándome con esos climax les sigo dando el poder…y si lucho  contra ellos y no los quiero reconocer y sentir…les sigo dando poder…y me sigo “atando” a las mismas circunstancias…una y otra vez…

¿Cómo salgo de ellos? Pues tomando conciencia de ellos y observarlos, sintiéndolos en el momento en que se producen. No intelectualmente, sino cuando están activando sus circuitos en el AHORA.

No es nada fácil, cualquier trabajador de su mundo cuántico lo sabe por  experiencia, pero no queda otro remedio que hacerlo. Lo bueno es que aunque parezca que no nos vamos a apoderar de ellos nunca, no es así. Al cabo del tiempo nos damos cuenta de que nuestra progresiva maestría y nuestro OBSERVADOR, están cada vez más PRESENTES, dándonos esos espacios, cada vez más largos, de remanso y paz, que para nosotros son de incalculable valor.

Así que, por ejemplo, cuando estoy en medio del “ojo del huracán” de un pico emocional recurrente y dramático, tengo que hacer el gran esfuerzo de atención para no perder mi centro; cuando me veo arrastrada por  el otro protagonista de la situación (que también está demandando su consiguiente “climax” a través de mí) intento no perder mi Centro y sentir toda la gama emocional que emerge, pero con el desapego liberador del Observador.

Si caigo, si reacciono, no pasa nada, lo importante es que salga cuanto antes de ese estado reactivo y vuelva a mi Centro. Así el circuito bioquímico emocional que me saca de mi estado de Presencia va perdiendo su fuerza energética progresivamente. Fuerza que va reconduciéndose proporcionalmente a través del Poder de la atención, a su Legítimo Dueño: nuestro SER.

Sólo cuando yo me haya apoderado de mis  emociones totalmente, las personas y las situaciones que no se adaptan a la nueva situación cuántica mía, desaparecerán de mi vida o tendrán que hacer su propio cambio y reajuste para poder estar en mi nueva “frecuencia”, porque yo habré pasado a otra vida paralela en dónde esas “partículas” no pueden estar de la vieja forma cuántica…y aparecerán otras personas y otras situaciones acordes a mi nuevo estado cuántico…porque YO SOY EL QUE YO SOY en cada momento…CREADOR SOBERANO DE MI VIDA…y eso lo voy reconquistando  conforme voy haciendo CONOCIDO LO DESCONOCIDO.


Y para finalizar, como reflexión personal, añadir que no tenemos otro medio de liberarnos si no es “apoderándonos” de las emociones. Cada vez que avanzamos en este proceso de “apoderamiento” tenemos mayor claridad para tomar decisiones de manera libre, sin estar bajo el influjo de la red neurobioquímica. También esto nos permite conocer más a los demás y decir: NO, cuando tengamos que decirlo y poner límites cuando tengamos que hacerlo. Pues ahora sabemos, que realmente a quien se dice NO, es a un “circuito” emocional demandando su climax. De otro modo, ni nos hacemos un favor a nosotros mismos, ni a los que participan con nosotros en la retroalimentación bioquímica del mismo. Antes de tener conciencia de esta dinámica adictiva, cuando decíamos: NO, nos dejaba una sensación de culpa. Y ya sabemos que también la culpa tiene su climax emocional recurrente.

Y por supuesto este “apoderamiento” emocional nos permite desarrollar nuestro pensamiento crítico, discriminativo, que nos posibilita tomar elecciones basadas en mayores verdades.

Cuanta más liberación, más podemos elegir y actuar hacia los demás con verdadero AMOR, ese que no está bajo los dictados de los motivos ulteriores de los mutuos climax neurobioquímos.

Es el mayor servicio que podemos hacer por nosotros mismos y en consecuencia por los demás, porque es entonces, cuando el Espíritu puede expresarse sin los condicionamientos adictivos de las “redes” encarnadas y condicionadas por la “máscara” o personalidad.

En este “apoderamiento” emocional impera la máxima: LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.

De otra manera resulta triste que las personas se vayan de esta vida sin conocer esta dinámica adictiva y sin saber que han vivido bajo el imperio de un “saco” de químicos sin resolver, porque sólo se puede solventar esto estando en un cuerpo físico en esta dimensión física. Lo que algunas tradiciones espirituales han denominado: LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE. O lo que es lo mismo: LA INTEGRACIÓN Y TRANSMUTACIÓN DE TODAS LAS MEMORIAS CELULARES CON SUS CORRESPONDIENTES CIRCUITOS BIOQUÍMICOS.

¡Cómo para no tener compasión por el género humano  y  tomar la determinación de hacer nuestro personal e intransferible “trabajo”!. Trabajo que por otra parte, no podemos hacer en ningún otro.


Espero y deseo que lo escrito haya aportado un punto de clarificación liberador que facilite el fluir a través de los diversos “estados cuánticos” de la Vida.


María del Carmen Ortega Molina

http://sanacionreconectivaenalicante.blogspot.com.es/