La soledad no es consecuencia de la falta de compañía, sino de
la ausencia de comunicación.
Te comunicas cuando compartes lo que eres con otras personas.
Si no haces eso te
sientes sola. Por eso te puedes sentir físicamente acompañada por otra persona
pero completamente sola porque no hay comunicación entre los dos.
Compartes cuando te
das a otro tal y como eres. Con todo tu ser. No intentando ser esto o lo otro,
sino de verdad.
Compartir es ofrecer tu presencia dónde y con quien quiera que
estés o con lo que estés haciendo.
Sea lo que sea lo que estés haciendo es lo que hay en tu
momento presente, así que hazlo entera.
Eso es lo que quiere decir ser espiritual: ser entero.
Algo es espiritual porque es total, es todo.
Si haces algo con todo tu ser eso se vuelve una experiencia
espiritual.
Algo no es espiritual por ser “elevado”, por tener que ver
con seres de luz o con experiencias místicas, sino que se llama así por la
calidad con que es realizado.
Todo trabajo es una ocasión de ser espiritual porque el que
es espiritual no es el trabajo sino tú con tu acción y con tu implicación. Tú
eres quien lo califica, no el trabajo en si.
Haz la prueba, la próxima vez que te sientas sol@ comunícate
con alguien de manera sincera, no es hablar del tiempo o por llenar un rato,
sino de verdad. Te sorprenderás...